PARA MI HÉROE

Todos necesitamos un héroe en nuestra vida, alguien que no tenga súper poderes, pero que intente tenerlos por ti. Yo tengo el mío, mi propio héroe; y ahora que estoy a unos cuantos kilómetros de él, comienzo a darme cuenta que inventó varios súper poderes por mi.

Cuando escogí estudiar educación de párvulos él, invento el súper poder de animarme contra todo y me enseñó que el mundo necesita buenos doctores, pero también buenos profesores.

Cuando no sabia el significado de una palabra, él inventó el súper poder de ayudarme de ayudarme a saber por mi misma, y me hizo buscar en el diccionario las veces que fuera necesario.

Cuando tuve que quedarme estudiando hasta tarde, él invento el súper poder de acompañarme en la madrugada, disimulando el cansancio y resistiendo el sueño.

Cuando naufragué en ciudad satélite por mi imprudencia, él invento el súper poder de ir por mi al infinito y más allá, y darme un sermón de esos de copiloto.

Cuando vi sus caídas y él no las mías, él inventó el poder del perdón y me enseño con su ejemplo como las debilidades pueden tornarse en fortalezas cada día.

Cuando recordé que era el ultimo día para pagar algo por internet, él invento el súper poder de salvarme con su cuenta del banco. Porque yo había perdido mi clave.

Cuando quise aprender a conducir , él inventó el poder de la paciencia, y me pasó su camioneta para que practicáramos, aunque cuando frenara quedáramos pegados en el vidrio.

Cuando me sentí débil, él invento el súper poder de levantarme, dándome un aventón, un abrazo, un préstamo, o lo que fuere necesario.

Cuando tuve mi semana intensiva en la práctica, él inventó el poder de transformar mi imaginación en realidad, me hizo un barco gigante para que mis niños pintaran.

Cuando decidí poner pausa a todo y venir a la misión, él usó el poder que siempre ha tenido, de confiar en mis decisiones y hacer todo lo que está en sus manos para que mis sueños se cumplan.

 Mi héroe está lejos de aquí de Paraguay, pero está presente en una de las cosas que soy.

Hace tiempo él me había pedido un espacio en mi blog, hoy yo le digo en su cumpleaños que él está presente en todo, y que en cada post hay un poco de sus palabras, de todo lo que me ha enseñado, porque aun busco las palabras en el diccionario, aún me esfuerzo en mis debilidades, aún confió en mis decisiones.

Nunca terminaría de escribir para mi héroe. Hoy sólo puedo decirle FELIZ CUMPLEAÑOS PAPÁ, me siento afortunada de llevar tu apellido en mi placa.

Te ama desde Paraguay, Hermana Hernández.