Ex ÑECLA ALERT
Hoy la marraqueta estuvo menos crujiente (o lo hubiera estado si es que hubiera comido pan) y no es por el resultado de anoche de la U con Corintians, sino que es porque hoy fue un dia sin mi compañerita de práctica. Por favor no piensen que ella se aburrió de mí en la segunda semana de aula- reality (suele ser un poco mas tardìo ese fenòmeno predecible), afortunadamente es demasiado pronto como para que se cambie de carrera, me bloquee de facebook o se vaya del país (toco madera).
Don´t leave me
La solitaria jornada de hoy tuvo sus orìgenes ayer en la mañana, tipo 7 am (soñao) cuando nos juntamos en Vespucio Norte y vi a la Gaby bajarse del metro (eres la más hermosa del mundo); venía con una cara de zombie que no tenía nada que enviadiarle a los actores de the walking dead. Sus ojeras eran peor que mi cara llegando a alfabetizaciòn emergente los viernes por la mañana, peor que la cara de mi hermano hoy al despertar a las 6 am y darse cuenta de que durmió con ropa encima de la cama (Grande Gera), incluso peor que la cara de la Meggy en los devocionales matutinos en Pto Varas (ailovyu).
Ella me había dicho que se sentía medio mal, pero como siempre exagera (como cuando dice que me veo preciosìsima), reconozco que no le creí hasta que lo vi con mis propios ojos, tal como ella no me creyó cuando dije que la micro chocó en mi trayecto a la u ayer (y por eso no llegué a almorzar), respecto a esta situaciòn, incluso tuve que pedirle a mi prima que describiera literalmente lo que había pasado en el incidente, concordando los detalles de su relato con el mío a la perfección (afortunadamente ella iba conmigo y la descripción del longipollo chocado fue clave para comprobar la veracidad de los hechos), pero esa es otra historia, como siempre, me estoy saliendo del tema.
Semana antes de que la Gaby se enfermara
El asunto es que la Gaby nunca se enferma, pero justo ayer se le ocurrió casi morir, en medio de una comuna que nunca antes habíamos pisado, ni por error (y eso que he conocido varias comunas por error). Fue como aquellas veces en que te enfermas en la ciscunstancia menos indicada (como cuando me enfermé del estómago el día de la psu), que de seguro a todos nos ha pasado, cuando las estrellas se alinean y te juegan una mala pasada en un momento y lugar equivocado (siempre culpando a las estrellas de lo desafortunado del mundo). Asì exacatamente pasó, las nauseas llegaron al ataque, el doctor se nos cruzó en el camino y como resultado se concretaron 5 días de licencia para mi zombie amiga, por consecuencia, 5 días de soledad para mi.
Me matarás por esto, pero tenía que demostrar que no exagero
Murien3
De costumbre siempre la que se enferma soy yo, la que vino con "fallas técnicas", la "ñecla" (palabra odiada desde el principio al fin de los tiempos, siempre que no la use yo). Y lo acepto, soy una debilucha, pero aunque yo prefiero creer que soy así porque sí (sin más), las personas siempre buscan culpar a alguien por las cosas de la vida; y en esta vida, por esta cosa, ese alguien culpable siempre soy yo (y no las estrellas). Podría apostar que les dicen lo mismo cuando ustedes están agonizando, que siempre las causantes de sus episodios ñeclas son las mismas culpas que me atribuyen a mi; las mismas razones que ahora le peguè a la Gaby y que condujeron directamente a su Gastroenteritis (y a su próxima inmunidad pro, creada por mi).
Culpa de la alimentación reguleque
Esta es la favorita de mi papá, para él todas las cosas que me pasan en la vida son culpa del millón de dietas que he hecho. Reconozco que he hecho dietas medias extrañas (como esa de los 7 días en 7 kilos), pero creo que a través de los años la sabiduría me ha hecho elegir hàbitos alimenticios más saludables, luego de una que otra fatiga por hacer deporte y olvidarme de tomar desayuno (por la razón o la fuerza). Según mi papá (bajo esta teoría), yo soy la culpable de la situación actual de mi compañerita de pràctica, porque ella me siguió en mi ùltima dieta. Pero respecto a esto, yo opino: Gaby, estoy profundamente segura que las saltchitchas matás que te he hecho comer (o similares) han sido más dañinas que las jaleas light, esto lo contraindica.
Culpa de los pies pelados y demases
Esta es la favorita de mi mamá y de todas las mamás del mundo. Es casi tan típico como cuando le pregunto si ha visto algo que se me perdio, y su respuesta siempre es: De seguro se te quedó en algún lugar y no te acuerdas (como si eso me pasara constantemente). Así de automática es la expresión para cuando digo que me duele la garganta, tiene una autorespuesta, guardada de antemano en su disco duro, reconocida y confeccionada especialmente para esta declaración o alguna similar, algo más o menos así: De seguro estás enferma por andar a pie pelado, no ponerte calcetines o dormir destapada. No hay más justificación que esa, para la neumonía veraniega de hace un mes o para los malestares que sanan solo con ibuprofeno y paracetamol (receta contra todo), en el mundo de mi mamá siempre el origen de tales resfríos está en los pies desabrigados o la siesta negligente. Se contrapone un par de calcetines y una mantita, nah más.
Culpa de personas y situaciones estresantes
Esta es la favorita de quienes advierten que soy demasiado paciente a veces, las mismas personas que advierten que soy demasiado poco paciente otras veces (aquellos que te dicen lo que no quieres escuchar). La mayoría de las ocasiones este factor culpable de enfermedades es el que resulta más latero, porque cuando hay situaciones o personas estresantes en la vida, casi siempre uno lo sabe bien. Es casi tan cierto como que la alimentación y los pies pelados influyen en el nivel de ñecla, ya que nuestro ánimo afecta nuestra salud, enfocando nuestras energías y direccionando nuestro bienestar personal. Esto es lo único que no se cura con ibuprofeno y paracetamol, para que esto se contraponga se necesita ser consecuente, realista y prudente, nah más.
Culpa del pelo mojado y la tela e’ cebolla
Esta es la vieja confiable, si no es ninguna de las causas anteriores, esta siempre puede ser. Lo digo a conciencia, porque en lo que va de la vida mi pelo mojado o mi ropa delgada han sido causantes de resfriados, insomnios, enfriamientos, dismenorreas, pesadillas, mal de amores, esguinces, malas notas y todo lo que se les pueda atribuir. Para la gente más adulta que yo, siempre mi ropa es “tela e’ cebolla”, que en lenguaje mayor (unos añitos mayor que yo) significa que no abriga nada y que me disimulo la hipotermia. Reconozco que a veces si me siento con hipotermia, pero eso me pasa con “tela e’ cebolla” o con chiporro, así es la vida de los friolentos.
Porque siempre tiene que ser culpa de alguien o de algo, ya tengo mis propias conclusiones. Que la Gaby esté enferma no es culpa mía, la vida la castigó por haber dicho que no soportaba la saltchitcha, eso (junto con la falta de mostaza a su sopaipilla que se comió el otro día) alteró su estómago y le provocó el modo zombie. Que yo sea tan ñecla tampoco es culpa mía (nunca lo es), pero como ya le eché la culpa de muchas cosas a marzo, a las estrellas y a los entornos universitarios, estoy buscando nuevos culpables que expliquen las situaciones incongruentes de mi anecdótica vida. Demás es culpa del palo de Pinilla, nunca se sabe los impactos que puede haber traído ese suceso a las particularidades de nuestras distintas vidas.
Si de algo si estoy segura hoy, es que está permitido enfermarse sin razón y sin culpable (dijo la ñecla), con la condición de que las inyecciones permanezcan lejos de mí (dijo la que nunca de ha pinchado). Después de esta declaración admito que soy una debilucha, pero ya no soy una auténtica ñecla. En cuanto a enfermedades soy una parvu sin amigdalas, que toma desayuno, que se pone calcetines, que se seca el pelo, que ha sacado situaciones y personas estresantes de su vida, que se toma el fierro todos los días (cuando se acuerda) y que ya no se enferma tanto. Y lo más importante de esto es que soy parvu, y que hoy, después de haber empezado resfriada esta semana, se me olvidaron los malestares mientras jugaba una pichanga en la tierra con mis enanos de 4 años. No hay ibuprofeno ni paracetamol que pueda lograr eso, solo mis niñitos.
ESTA CANCIÓN ME DEFINE, TODA MI VIDA
Y RECUERDEN, SIEMPRE IBUPROFENO Y PARACETAMOL
PD: Mientras estaba en el trabajo editando este post se me borró todo, pude recuperarlo luego de un mini infarto, es un tesoro preciado.
S A L U 2
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