PONTE SERIA
Después de mi último post recibí una crítica de mi seguidor mas fiel, el que me pregunta si ya subí un escrito de nuevo y me dice lo que a veces no quiero escuchar (aplica en todo ámbito). Él me dijo que quizás tenía que variar un poco más en mi estilo y de vez en cuando probar con cosas un poco diferentes, fuera de la vieja confiable. Luego de su consejo me animé a probar algo nuevo, algo mas serio, cosa que me cuesta (porque hasta enojada soy chistosa, obvio).
Así que aquí va, algo diferente, que tiene un formato más crítico, pero que es subjetivo e interpretativo igual que siempre, una carta al director.
Señor Director:
Gusto Amargo del Súper Clásico
Independiente
del resultado que haya tenido el Partido de Colo Colo y Universidad de Chile
jugado este fin de semana, sin siquiera ser hincha de alguno de los equipos o
haberme acercado un poco al estadio nacional, la convocatoria dejó un gusto amargo en mi memoria, al igual
que en varios más que usaron el transporte público durante la jornada del
evento deportivo. Ojalá la sensación luego del súper clásico hubiera sido solo
la de “el té menos dulce o el pan menos crujiente”, pero en lugar de eso, lo que hubo fue terror colectivo mientras compartíamos espacio en una micro con
barristas, mal llamados “hinchas”, que se dirigían al estadio.
El tiempo es
relativo, tal como lo comprobó esta situación, en la que los minutos fueron
eternos mientras nos mirábamos las caras con el resto de los pasajeros, preguntándonos
si era mejor bajarse o continuar en el bus del Transantiago. Esto debido a que
los fierros y palos que llevaban los exaltados atacaban autos estacionados, por
lo que no dudarían en ser usados con alguna víctima que se bajara de la ahora
convertida en caravana de agresivos vociferantes.
Precisamente
en este episodio vi reflejada las razones por las que he ido solo una vez a un
partido de fútbol, privada de la participación de ellos en mi niñez. No obstante,
a pesar de que las políticas públicas como “estadio seguro” han fijado sus
esfuerzos en prever este tipo de situaciones en los recintos deportivos, sin
ser partícipes de estos eventos nos vimos afectados este sábado quienes se
dirigían al trabajo o a la Universidad, como yo.
Me pregunto si
tendrán que establecerse medidas como “micro segura” o “metro seguro” para que
este tipo de episodios dejen de manchar la imagen de las convocatorias
deportivas y/o provoquen delitos externos a ellos. Luego de analizar
situaciones en las que se han destruidos estadios con cámaras y aun así no se
han identificado a tales “hinchas”, se logra dilucidar que sacar estos
episodios de los estadios y fuera de ellos, requerirá tiempo colmado de los
hasta ahora intentos fallidos. Por mientras eso siga en marcha, habrán muchas
más miradas temerosas en fechas “deportivas”, las que observen la última puerta
de la micro y se pregunten si la evolución del ser humano es aplicable a toda
situación de la vida cotidiana.
Imagen representativa

Algo que no estaba contemplado en esta carta al director pero que no puedo dejar de agregar en este momento, es un temón (que yo bailaba a mis 10 años) en el que pensé mientras observaba esta situación descrita, se los dejo.
Si hay alguien que crea que venimos del simio, de seguro hubiera confirmado esta teoría, con estos homo sapiens en proceso.
Pd: Gracias papá, por animarme a probar cosas nuevas.
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