CLASES DE CHINO MANDARÍN

                Si hay algo que no cambia cuando entras a la universidad es que sigues teniendo profes a los que les entiendes solo el Buenos días. La mayoría de las veces se piensa que, al escoger la carrera que nos gusta, vamos a tener solo asignaturas playa y profes que hablarán español, pero eso es una ilusión que se esfuma el primer mes del año mechón. Ahí te das cuenta que hay ramos en los que contarás las clases que puedes faltar, contarás los minutos que quedan para salir, y lo peor, contarás también los puntos que necesitas para el cuatro (antes de poner tu nombre en la prueba, SEGÚN DICEN). Uno piensa que es pura exageración, hasta que llegas a la primera clase y empiezas a dudar si te equivocaste de sala, o de país, porque la clase está en auténtico chino mandarín. Lo que es yo, tengo dos ramos en chino mandarín este semestre, "El mito de lo dado" y "El sistema solar y la búsqueda de otros mundos", no son ramos que cualquier futura Educadora tenga, pero es una larga historia.

Todo comenzó en el final de mi primer año universitario. Estaba terminando el segundo semestre y creía tener todo bajo control, hasta que caí en cuenta que era el momento de tomar un curso de formación general y que optar a uno “decente” iba a ser sinónimo de batalla campal (dígase decente de aquel ramo que te permita permanecer despierto por lo menos durante un bloque, una hora y veinte). Mi querida universidad establece como regla que debes tomar 4 de estos lindos CFG (ramos que no pertenecen a tu facultad) y la gracia es que a medida que van avanzando los años debes ir añadiéndolos a tu carga semestral, de manera simultánea a tus asignaturas predeterminadas.
               
 La verdad es que sonaba bastante entretenido y muy izi, pero no lo es para nada, puedo enumerar las razones.
Primero, porque si no los tomas de manera ordenada y llegas hasta cierto punto de tu carrera sin haber cursado ningún CFG (a última hora), no puedes seguir avanzando, situación que por ejemplo provocó que un muchacho iluso de psicología tomara desesperadamente un curso en el que hubiera cupo; “Perspectivas de la infancia y la familia para la Educación parvularia”. Verdaderamente no sé qué esperaba él encontrarse en ese ramo, pero por el nombre yo igual hubiera esperado algo amigable y pasta (hasta tierno) lo que no fue así, porque era un ramo que dictaba la jefa de carrera, que requería muchas habilidades de pensamiento crítico y el pobre casi se lo echó (gil promedio, que cree que los ramos parvu son izi). Afortunadamente yo no estaba desesperada con los cfg, estaba con todo el tiempo del mundo, no como ese psicologil. 
                Segundo, no importa qué tan a tiempo estés, siempre tus ramos obligatorios se interpondrán en tu felicidad. No importa si tienes ventanas en las que alcanzas a ir y volver de la luna, lo más probable es que los CFG estén disponibles en todos los horarios que ya tengas ocupados con ramos de tu facultad, en lugar de calzar en tus tiempos libres (que no tienen nada de libres cuando la U consume tu vida). Es así como yoga, fotografía o cualquier curso cachilupi, tiene tope de horario siempre, por los siglos de los siglos, en esta vida y en la otra.


Aquí algunos ejemplos de cosas productivas que puedes hacer en ventana o en clases contra el sueño, para ganar batallas


Tercero, si de milagro no topa el CFG que quieres con alguno de tus ramos obligatorios, de seguro tienes que matar a alguien para entrar. Obvio que todos luchan por tener los que no involucren tanto sueño, no requieran traductor y ojalá no quedan en el Campus de Ciudad Empresarial (san pique). Deben imaginar que cumplir con todos estos requisitos es menos probable que un hombre entendiendo indirectas (ambas cosas imposibles), por lo que el catálogo de opciones se reduce a algo así como Microeconomía 3, Cálculo 2 o Latín, soñao.

Realmente estaba peleada mi elección entre latín y microeconomía, hasta que llegó mi salvación directo al mail (o así lo creí en ese momento). Había sido convocada para los Diplomas de Honor, reconocimiento de excelencia académica válido por tres CFG, que solo necesitaban mis postulación y posterior aprobación durante tres semestres (junto con mi carrera); quedar, cursar y sobrevivir. Las opciones temáticas de cada Diploma eran Filosofía Contemporánea, Historia Política, Ciencia Astronómica y Movilidad Ciudadana. Si me aceptaban en alguno y aprobaba los tres cursos, solo me faltaría tomar un CFG, que podía ser uno deportivo, entonces me olvidaría de esa batalla campal para siempre.

Miré los cursos de cada diploma, eran dos de la facultad de Humanidades y dos de la facultad de Ingeniería. En ese momento imaginé a todos quienes antes de la PSU insinuaron que era tan mala para matemáticas que solo pisaría la facultad de Ingeniería para ir a buscar a mi pololo (porque me casaría con un ingeniero, según un profe que me tenía mucha fe), entonces pensé “tengo que hacerlo”. Hice mi cartita de postulación, le puse mucho color (como para todo), adjunté mi registro académico y un pantallazo del inicio de mi portal (con mi foto espanta cuco), cosa que vieran mi posición de escuela, de modo que, si pensaban que las parvus teníamos ramos como tijeritas 1 y goma eva 2, supieran que yo era una de las mejores en ello (ojalá tuviera ramo tijeritas, nunca he cortado derecho).

Cuento corto, mi postulación fue aceptada y mi plan era empezar el Diploma de Movilidad ciudadana el primer semestre de mi segundo año. Las cosas no funcionaron como esperaba y tuve tope de horario con un ramo de la carrera (oh que novedad), así que el diploma se postergó. Cuando pasó lo mismo el segundo semestre, la secretaria de estudios me dio la idea de probar suertes con Astronomía, en donde no tenía tope de horario y no requería nueva postulación (misma facultad de Ingenieñoños).

“Yo te sugiero que tomes el Diploma de Astronomía, al cual entrarías desfasada (al segundo ramo), y veas que tal. Si estás muy perdida lo botamos e intentamos el próximo año con el diploma que habías escogido inicialmente.” Como me dio la oportunidad de botarlo en caso de pánico, me sentí tranquilein Jhon Wein. Llegué a esa primera clase de Astro con escasa fe y muchas ganas de huir, como todos llegamos a ese ramo en el que presentimos la masacre. Efectivamente fue como lo esperaba y peor, pero la cara del profe al escuchar que estudiaba Educación de párvulos me hizo quedarme. Supe que no podía botar el ramo, aunque su clase estuviera en chino mandarín y la palabra mecánica cuántica me diera nauseas, no era imposible, si mi jefa de carrera creía que yo podía dar cara a la física nuclear (como me lo había manifestado), entonces había que hacerlo.

Ejemplo de una clase cualquiera de Astro, izi


                Aprobé. Pegaba un papelito de color en mi cuaderno cada vez que el profe daba por sabido un término que yo había escuchado solo en pesadillas (esbozo de mis clases de física en el colegio), por lo que al principio mi cuaderno estaba tapizado en papelitos, con palabras que aprendía en mi casa para la próxima clase. Y así fue, luego de que mi compañero se burlara de tantos apuntes y me llegara uno que otro video explicativo de YouTube, salí triunfante. Soy una persona que está segura de que las oportunidades desafiantes nos sirven para dar grandes zancadas, aplicado a los ramos universitarios y a todo ámbito de la vida. Con esto me refiero a que siempre es bueno salir de nuestra zona de comodidad y esforzarnos más de lo acostumbrado, con cosas que no hemos tenido la constancia de hacer, con sentimientos que no hemos tenido la oportunidad de sentir, con sacrificios que no hemos contemplado realizar.

El crucigrama nunca te abandona en clases de sueño absoluto


                               Al finalizar ese primer curso se me dio la oportunidad de optar a un segundo Diploma de honor. Así que esa es mi historia, aquí estoy, con mis ramos de carrera, mi segundo ramo de Astronomía y mi primer ramo de Filosofía. Si hay alguien que piensa que la vida es una constante clase de chino mandarín, esa soy yo. Si vamos a necesitar subtítulos, papelitos de colores, mas apuntes, búsquedas en Wikipedia, videítos de YouTube, entonces hay que hacerlo, aunque implique más tiempo y determinación, nos permitirá una gran zancada, la que muy posiblemente no se dé la oportunidad para repetir. De seguro habrá muchos profes de astro que las miren como me miró ese profe en la primera clase, muchos eruditos de mate que les dirán que deben casarse con un ingeniero o muchos que pregunten cómo te va en tijeritas 1. Sin embargo, les aseguro que no faltará la jefa de carrera que les diga que se siente orgullosa, la profe de práctica que les diga que esos conocimientos astronómicos pueden servir en el aula y los padres que les irán a dejar el lente del telescopio a las 3 de la mañana al Cajón del Maipo para un proyecto de investigación, pero esa es otra historia.

Lo mejor de que el diploma de Filosofía sea en horario vespertino, es que la facultad es linda de noche (aunque esa primera clase haya muerto de frío con la ropa de la Gaby)



                Me tomo con humor todos los comentarios que tengan relación con lo extraño que es una educadora con Diploma en astronomía, llevo en mi corazón a esas chistosas personitas. Al igual que a mis compañeritos ingenieñoños, que manejaron el telescopio por mí y me enseñaron a saber cuál era venus, mi agradecimiento es incontable como los fotones del sol a la tierra, thanks for so much.


El profe puso esta imagen en el ppt del modelo geocéntrico, recordé mi primera clase de Astro, como si hubiera transcrito lo que entendí ese día

POR ÚLTIMO, LES DEJO UN TEMÓN, QUE YO UTILIZO PARA NO QUEDARME DORMIDA EN LA MICRO Y PASARME DEL PARADERO


NO LA HE PROBADO PARA NO QUEDARME DORMIDA EN CLASES DE CHINO MANDARÍN, PERO DE SEGURO QUE FUNCIONA

S A L U 2

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