PELIGRO LATENTE


Hoy no me caí, pero casi muero de nuevo. Pareciera que el mundo se empeñó en demostrarle a mi mamá que corro peligro en mi propia casa o en cualquier lugar, especialmente en mi propia casa.
                Hoy mientras me vestía para ir a la capilla, me andaba una araña gigante en la pierna, no sé cómo llegó allí, si era prácticamente imposible. Yo me salí de la ducha, y tenía topa mi ropa lista, no había manera de que me pusiera la ropa sin que la araña no se hubiera movido, así que pasó más rápido de lo que pudiera darme cuenta, así como pasa con el amor (sin llorar) o como pasa cuando te rompen el corazón (sin llorar, x2).
Pero no nos salgamos del tema. Pegué un grito de los que no me pegaba hace tiempo, porque solo las arañas los provocan y hace tiempo no tenía el placer no placentero, de toparme con una. Mi papá corrió a mi socorro, por supuesto que yo ya la había sacudido de mi pierna, pero la araña no estaba en la alfombra, no estaba en la cama, no estaba en mi ropa, ni en las toallas, no estaba en ninguna parte. Desapareció, y aunque di vuelta todo mi dormitorio, aspiré, re ordené mi ropa, sacudí cada cosa, no apareció. Hasta estoy llegando a pensar que fue una araña imaginaria, pero no tenía tanto sueño como para andar imaginando cosas que molestosas, si fuera por eso, hubiera soñado con todos los que me andan regañando por estos días, pero con respeto.
Mi mamá no perdió la oportunidad para regañarme, obvio, así que emitió un discurso que las razones por las que debía ser más ordenada y seguir regalando ropa porque tengo demasiada. Aunque el sermón fue totalmente injusto, esta vez, porque yo prometo que de manera excepcional esta es una de las ocasiones en que más ordenado he tenido mi dormitorio en lo que va del año, y no es al azar, lo que pasa es que armar mi maleta me ha requerido revisar y reducir mi ropa a la capacidad limitante de unos cuantos kilitos, entonces he tenido que organizar todo, nah mas.

En la carpeta no venían Medidas de Seguridad


Dos ocasiones de peligro, en tres días, en mi propia casa. Y algunos siguen pensando que el peligro está afuera, no señores, yo soy un peligro ambulante, no necesito una ocasión, hago la ocasión en donde esté (y no es nada de lo que me enorgullezca). Así que para todos los que me dicen que no salga y cosas así (utilizo esto como un comunicado oficial), debo decirles que a pesar de que he tratado de mantenerme fuera de peligro, las cosas suceden cuando uno menos lo espera, así que el estar enfocada en la misión no me salva de las arañas ni de las caídas, he dicho. No sé cuantas vidas tengo, pero yo creo que menos de 7, por eso para prevenir he tomado las siguientes medidas, para que no me regañen jiji
(aplicables a cualquiera, para que los futuros misioneros tomen nota)


Medidas de Seguridad para una futura Misionera

Contra las caídas
Ya no voy a mezclar todos los factores. Polvo, ni pantuflas, ni celular en la mano, nada de eso junto. Tengo la mala costumbre de andar con pantuflas, como técnica para que no me manden a sacar la basura, ni a comprar, para eso está el Criso. Pero dadas las circunstancias, le dije Hola a las zapatillas y tendré que correr el riesgo de que me manden a comprar o a sacar la basura, con un fin mayor, no resbalar y romperme la cara. En cuanto a los otros factores, el mundo está mejor con la Aspiradora lejos del Joaco y con el Celular lejos de mi mano mientras camino.

Contra perderme en Santiago
Desde que tengo Google Maps mi vida es mucho mejor, porque tengo que pedir menos indicaciones a la gente. Yo era de esas que preguntaba unas 5 veces a distintas personas, para asegurarme, pero luego de esa vez en la plaza de Maipu en que llegué a otro lado nada que ver, comencé a confiar menos en las personas y más en mi celular. A veces igual los mapitas me han hecho llegar a lugares equivocados, pero para evitar eso, no he salido a lugares desconocidos nomás, izi pizzi. Exceptuando la casa de la Naty, pero estando con ella ya estuve totalmente segura, además me dio muchísimas indicaciones, todo el mundo debiera ser así.

Contra el dolor de Guata
No más sopaipillas en la calle, ni fajitas ni nada de comida en los alrededores de la Universidad. Mi prima dice que siempre me enfermo de la guata en los lugares más inapropiados, y tiene toda la razón del mundo, así que he evitado ese tipo de comida. Por esta vez no revelaré esos lugares y los mantendré en la discreción, ya que podría generar mucho impacto ese tipo de secretos. Solo diré que guardo en mi corazón aquella líder de mmjj, que me acompañó a buscar un baño en medio de una carretera en la que caminamos unos 2 kilometros, mi gratitud no puede expresarse con palabras.

Contra el olvido de Pertenencias
Siempre pierdo cosas, así que para evitarlo mis papis han hecho el sacrificio de acompañarme a comprar todo lo importante. Gracias a esta noble acción ha estado todo bajo control, no como el Joaco, que perdió un bolso en la micro, donde tenía el pantalón y sus zapatos del colegio, anda avispao este cabro. Era una medida necesaria en estas instancias, por todas las comprar que he tenido que hacer, parece que el Joaco va a tener que buscar una solución así, sorry compa.

Contra el mal de amores

Esta sección lo dejaré totalmente vacía, el que encuentre prevención contra esto que me tenga preparado el manual para cuando regrese. Por el momento, solo he intentado tener ojo con charlatanes y creo que tenido éxito, sorry not sorry. 

Contra los desastres de Moda

En este tema he tenido varios ayudantes, así que daré los agradecimientos respectivos. Para evitar que la embarre como siempre lo hago, mi prima Coniwi me ayudó en escoger todos los modelos de vestidos y bluzas, Mi wachita Megy me mandó ropita directo de los Estados Unidos, Mi Wani me ayudó a desprenderme de mi ropita que ya no uso para que no me doliera tanto su pérdida, Mi compañera Gaby me asesoró con las compras que no son ropa, Mi amiga Poly me hizo la lista para que no olvide nada de toooodo lo necesario, y Mi tocaya Naty me ayudó a escoger las telas de confección sin que todo incluyera lunares. Sin ustedes nada sería igual, gracias a todas por evitar mi desastre en cuanto a aspecto se refiere, aunque mi prima dijo que ninguna alcanzó a prevenirme de que me cortara el pelo como Mafalda (gracias).

A esto me refiero

          Espero que con estas medidas pueda evitar peligros y situaciones como las vividas. Mi dormitorio ya está más que revisado así que visitantes inesperados al menos no tendré, aunque sigo pensando en esa araña gigante y en esta canción. 



S A L U 2

Comentarios

  1. Esos bichos que nos pueden cambiar la vida, una araña convirtió tu pieza en un laboratorio clínico y una mosca estratégicamente ubicada entre la palta y la mayo del completo me decidió comenzar la dieta.
    Buen viaje!!

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