QUE no SE VAYAN LAS MINITS
Como este es el mes de la mujer, me colgaré de la temática de las imágenes de flores con mensajes (que comparten las tías) y hablaré de nosotras, lo maravilloso del mundo, la perfección misma, lo que pintó Picasso, lo que escribió Neruda, las muzas del universo, las minits, magníficas en todo su esplendor. Y esta vez no le estoy dando color (que no se note que soy mujer).
Primero partiré diciendo que no me molesta que me digan mina, lo siento como un piropo (de los menos creativos, por cierto), para mi ser “terrible mina para mis cosas”, es maravilloso, que cosa más entretenida ser “terrible mina”, las minits somos maravillosas. Luego de ese comentario totalmente objetivo y explicativo, quiero agregar que ser mina no es necesariamente ser drama queen (dígase de cuática, Brígida, enrollada), nada que ver, no es necesario ni una pisca de Kardashian en esta definición (aunque algunas lo adhieran a su significado). Y por último queda aclarar que ser minaza es otra cosa, todas somos minas, pero otras somos (no incluirme sobrepasaría mi dosis de humildad diaria) totalmente minazas, con toda la sumisión y bajo perfil que esta expresión requiere, pero la caracterización de ese término es totalmente minuciosa y requiere un post para ella sola (algún día).
Hay tanto que hablar de nosotras las minits, somos tan complejas (inserte suspiro, sin completos de por medio). En el buen sentido, en el mejor de los sentidos, hablar de nosotras es hablar de un universo microscópico, con demasiadas justificaciones inexplicables y con demasiados peros, porque para todo tenemos pero y justificación, obvio (o si no, pregúntenle a los caídos en la friendzone). Así que pensé que decir algunos secretos de nuestra complejidad sería una buena idea, para los caídos y para todos, pero (siempre hay un pero) eso sería casi como decir el ingrediente secreto de la cangreburger, perderíamos lo preciado, así que por el momento protegeré el secreto, cual Don Cangrejo (inserte emoticón ñoño de Bob esponja). También pensé (y fue mi opción más bondadosa) en darles a los hombres algunos consejos para que puedan entendernos (aún mejor que darles nuestros secretos), pero eso sería centrar el mes en ellos, en lugar de en nosotras las muzas. Así que no, lo siento kbros, hoy no es su día de suerte, aun no es momento de esa revelación casi profética, pero lo podría ser en un futuro próximo (sigan orando).
Siempre se habla de lo que está bien bien oculto (por supuesto); nuestro eterno drama, lo inentendibles que somos, lo bipolares que reaccionamos, lo cuáticas, peleadoras, celosas, brígidas o bélicas que actuamos (no es que me lo hayan dicho). Sin embargo, luego de todas esas características sumamente virtuosas que se nos atribuyen, he pensado y descubierto, a lo largo de mi corta vida, que esas no son para nada características de nuestro género en particular, claro que no, hay hombres que las poseen y las redefinen, les dan un nuevo aire, soy testigo de eso, pero eso si que es tema para largo (no le quitaré material a mi post de las decepciones amorosas).
Hoy dejaremos todo eso de lado, dejando de hablar de lo drama queen y hablando de lo que nunca se dice, las características que si pertenecen al género femenino en particular, que no tenemos tan ocultas, que están a flor de piel, lo que es propiamente nuestro con todo el esplendor y chaya posible, lo innumerable, inmedible, incontable, inmensurable (y todo el color que se merece). Les traigo, nada más ni nada menos; las ventajas de ser minits.
Vitrineo del bueno
Esta es la parte más entretenida de ser mujer ¿se han fijado en la cantidad de ropa que tenemos para escoger? Podríamos estar una semana entera vitrineando la misma tienda (aunque he batido el record de recorrerla en un par de horas), el asunto es que podemos ser indecisas, todo lo que se nos antoje, porque siempre hay millones de opciones de una misma prenda, en todos los tonos, con todos los cortes, de todos los largos, de todas las temporadas (excepto si buscas algo modesto). En cambio en el lado de los hombres está colgada la misma polera fea con cuello v, todo el año (y filosofábamos respecto a esto con una amiga el otro día), pueden ir a una tienda y buscar una polera que les gustó hace 3 meses, ahí está; la típica azul, alado de una celeste, que para ellos es la misma cosa. Sin vitrineo no hay paraíso (#dijoeljote).
Miradas telepáticas
Hágalo usted en casa; el experimento consiste en poner dos minits en un mismo lugar, que ni siquiera es necesario que se conozcan tanto (5 minutos hablando basta), luego hacer entrar a alguien por la puerta, que ambas se miren y escriban un comentario sobre ese alguien. Les aseguro que el comentario será totalmente concordante, nos miramos y sabemos qué pensamos, lo sabemos, lo respiramos, así de simple. Yo sé lo que mis amigas me van a decir solo cuando me miran, sé de quién exactamente estamos hablando cuando decimos: ¿viste tal cosa? Aunque haya sido un suceso entre 500 personas, aunque hayamos estado en distintas perspectivas, tenemos el don, lástima que solo funciona entre mujeres (o podríamos detectar jotes). Cabe mencionar que esto no incluye un episodio en el que yo y otra minits estábamos de juezas en un juego, nuestras miradas no se pusieron de acuerdo y dimos como ganadores a distintos equipos (quedó la grande, por cierto) pero eso no suele pasar, los planetas estaban mal alineados ese día (Grande naty).
Descarte en el Krrete
Para ilustrar esta ventaja utilizaré una historia. Estábamos mi prima y yo krreteando por ahí (decir el lugar sería revelar la identidad de los personajes de este episodio), bailando las dos, porque entre mujeres puedes ir forever alone y pasar piola totalmente, cero rollo si le dices a alguien que no por estar bailando con tus amigas, ese es un buen truco de descarte. El problema surge cuando ese truco no funciona o peor aún, decides olvidarlo y decirle que si a un par de muchachos que se acercan (pésima decisión buena onda ese día). Eso pasó, terminamos bailando con dos tipos que se tiraban pasos entre Lagos Weber y Dimondo (con toda la buena onda del mundo), para ser más gráficos digamos que eran unos pasos con exceso de energía, escases de ritmo y demasiada cercanía de cuerpos (algo así como Lucho Jara bailando reggaetón). Nunca hay que ser mala onda pero siempre, siempre, siempre, se puede recurrir al truco más usado por las minits en toda la historia de los krretes, el bendito descarte, el amado baño. En ese momento agradecimos poder ir juntas al baño, escapar de las malas decisiones y redimir la noche. Con mi prima fuimos unas triunfadoras, gracias por nacer mujer.
Luego de escribir estas crónicas, he caído en cuenta que son solo algunas de las millones de ventajas de ser minits, además de notar que podemos crecer unos centímetros si queremos gracias a los tacos, incluso si no los necesitamos porque ya medimos 1,70 (mención honrosa a los tipos valientes que me han sacado a bailar salsa midiendo 20 centímetros menos que yo). También podemos bolsear polerones de hombres en el caso de que tengamos frío, cosa que ellos no pueden hacer, a menos que quieran lucir un tanto llamativos (aprovecho de dar gracias por todos los polerones que me prestaron en PFJ). Las minists, solo por ser minits, podemos arreglarnos un poco la cara de sueño con maquillaje, nacer de nuevo con un corte de pelo o comer helado de chocolate en exceso con la excusa de estar tristes, cosas que son imperceptibles para el género masculino e imposibles de repetir dentro de sus conceptos de “macho que se respeta”, que es tema para largo, como siempre, para otro post.
Al final de todo, dentro de nuestras muchas complicaciones y ventajas, debemos reconocer que tenemos muchas cosas maravillosas, así como los hombres también lo tienen. Se dice mucho que estas fechas son para reconocer lo valiosos que somos igualmente, pero creo que no está nunca demás piropearnos, saber que ambos géneros tienen ventajas, desventajas, complicaciones, características propias, drama Queens y drama Kings. Hay hombres y mujeres que en las fiestas son como Lucho Jara bailando reggaetón (ojalá los menos posibles), hay hombres y mujeres que distinguen el celeste del azul (sospechoso), hay hombres y mujeres que saben leer muy bien miradas (de seguro ellos identifican jotes). Pero a nosotras se nos ha otorgado el don o privilegio de aquello nombrado , así como a los hombres se les ha otorgado el don de cambiar la corbata y tener un nuevo outfit, o el privilegio de no tener que poner cera en sus piernas (aguante el invierno).
Amo ser minits, con todo lo bueno y malo que eso signifique. No es necesario ser enrollada, celópata, complicada ni cuática para serlo (aunque algunos deben estar pensando que yo si lo sea). Ser mujer incluye mucho más de todo eso que se nos atribuye, incluye una diversidad única, una inspiración especial, una conexión transparente, una espontaneidad propia. Hoy y siempre es el momento de tirarnos flores, de reírnos de nosotras mismas, con nuestras ventajas y desventajas. Porque somos diferentes, porque somos minas, independiente de la edad que tengamos o la historia que nos conforme, siempre mujer, siempre linda, siempre terrible, terrible mina!
Aquí una foto de las minazas de mi barrio, minas en todo su esplendor a las que les doy clases. Hoy aprendimos de la mujer, pude compartir esto con ellas y quiero compartirlo ahora con ustedes “Mujeres, su potencial no tiene límites. Si asumen el control de su vida, el futuro estará colmado de oportunidades y alegría. Ustedes no pueden darse el lujo de desperdiciar sus talentos ni su tiempo; les esperan grandes oportunidades” Gordon B. Hinckley.
Estar en contacto con estas minits me hace recordar lo maravillosas que somos y podemos llegar a ser, me encanta aprender de ellas y esforzarme por enseñarles (obviamente no les enseño de descarte en los krretes, seguramente ellas inventaron esas tácticas milenarias).
POR ÚLTIMO, LES DEJO NUESTRAS CANCIÓN, LA THE RIAL DE LAS MINITS, NADA DE ARJONA. ESTE TEMÓN SI NOS REPRESENTA Y DEFINE (TOMEN NOTA PARA ENTENDERNOS)
QUE NO SE VAYAN LAS MINITS! LOS MINOS TAMPOCO (bueno, algunos si)
(para mi papás, que no sabían que era una drama Queen)
S A L U 2
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